A. busca cada vez lugares más y más pequeños para vivir (deshacerse de la Nada que siempre sobra).
V. ha buscado lugares cada vez más grandes (dejar que la Nada respire a sus anchas).
Al final de su vida, A. vivirá en el espacio que hay entre una palabra y otra o, de ser posible, entre una letra y otra.
V., por el contrario, habrá derribado todos los muros hasta vivir a la derecha de un punto final.
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