Un hombre camina por la acera. Desde un primer piso escucha la voz de una mujer que lo llama desde la ventana. Al acercarse, el hombre le pregunta qué es lo que desea y ve que la mujer juega con un pequeño artefacto metálico entre sus dedos. La mujer le dice: "mi marido ha jurado matarse si alguna vez se me ocurre abandonarlo. Su viejo revólver no tiene más que una bala y resolví dársela a la primera persona que pasara por aquí." El hombre recibió el cartucho con asombro y preguntó a la mujer si pensaba hacerlo, abandonar a su marido. "Desde luego", contestó ella y se hundió en la oscuridad de la casa cerrando ventana y cortinas.
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Yo siempre disparo.
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Besotes, ojotes***
con o sin cartucho?
ResponderEliminarte quero miwiriwi